El Ripollés: tierra de Condes y Abades: Ven a conocer una comarca donde cada rincón transpira historia y descubre una naturaleza en su estado más noble. Bienvenidos al Ripollés.
El Ripollès, es una comarca pirenaica (Pirineo Oriental) perteneciente a la provincia de Girona. Las montañas dominan un paisaje marcado por las grandes cimas que dibujan la frontera con Francia: (Puigmal (2909,8 m), Pic de Bastiments (2881 m), Pic de l'Infern (2869 m)... Es un territorio muy montañoso y dividido en tres largos y profundos valles: el de Camprodon, el de Ribes y el Baix Ripollès.
La comarca es considerada como la cuna de Cataluña, pues fue en este territorio donde en el año 879 Wifredo el Velloso inicia la reorganización y repoblación de los territorios fundando los monasterios de Santa Maria de Ripoll (880) y de Sant Joan de les Abadesses (885). Esto hace que el Ripollès reúna un patrimonio de arte románico de gran importancia y de gran calidad. Sus valles reúnen más de 98 monumentos, siendo una de las concentraciones más importantes de arquitectura románica de Europa, pudiendo visitar desde los grandes monasterios de Ripoll, Sant Joan o Camprodon hasta las pequeñas iglesias de Pardines, Queralbs, Ventolà y sin dejar de subir al Santuario de la Virgen de Nuria.
El Ripollès tiene catalogado como espacios naturales protegidos a nivel europeo, aproximadamente, un 35% de su territorio (20.000 hectáreas). Estos son algunos de los más interesantes: las cabeceras de los ríos Ter y Freser, la Sierra de Cavallera, el Valle del Rigart y los “Rasos” de Tubau. En estos espacios podemos encontrar algunas de las joyas de la naturaleza pirenaica como son el Rebeco, el tritón pirenaico, el águila real, el gallo salvaje, la perdiz blanca y la trucha autóctona.
El territorio ha sufrido un despoblamiento de los pueblos de montaña, pero este proceso ha tenido un freno gracias al turismo, que es la actividad que más ha progresado en los últimos años, diversificando su oferta durante todo el año.
En invierno las estaciones de esquí de Vall de Nuria, Vallter 2000 y La Molina nos ofrecen instalaciones muy modernas y unos servicios muy completos (guarderías, restaurantes, escuelas de esquí...) para que disfrutemos de la práctica del esquí en unos entornos majestuosos.
Con la llegada de la primavera, las montañas se despiertan de su letargo invernal. Es una época ideal para el turismo familiar, donde gracias a una extensa red de caminos se pueden hacer agradables excursiones. Para los más expertos la comarca dispone de una extensa red de albergues abiertos durante todo el año. Y el inicio del deshielo nos permite disfrutar de los descensos de los ríos.
El verano nos permite escapar de las altas temperaturas y disfrutar de las actividades destinadas a los niños (y mayores) que nos ofrecen las estaciones de esquí.
El otoño nos permite descubrir y disfrutar del espectáculo de sus bosques y a la vez salir a la búsqueda de las preciadas setas que seguro que adornarán más de un exquisito plato.
Pocos lugares del Pirineo pueden reunir en sus valles historia, cultura, naturaleza, deportes de montaña, gastronomía… ven a conocerlo y a disfrutarlo en las siguientes casas: